MOISÈS VILLÈLIA. Edicions Tristan. Figueres, 1992. In-fólio de [IV]- XXII-2 ff. [Dim. aprox. 50 x 31 cm.] E.
“…En mayo de 1968 me encontraba en París, pero no me encontraba a mí mismo. Este divorcio era compensado al ver la cantidad de idiotas sueltos que encontraban menos que yo. La condición de extranjero predisponía prudencia y también aislamiento, cosa que practicaba. En esa solitud cayó en mis manos el último relato que escribiera Akutagawa, ‘Los engranajes’. El relato describe el estado de ánimo de un suicida. La apatía constante que motiva el distanciamiento progresivo de todo lo que fueran motivaciones.
El personaje es consciente de ello. Cuando intenta racionalizar, solamente concibe unos engranajes perfectamente funcionando sin pasado ni futuro, como si a un reloj digital le hubiesen puesto la maquinaria de uno deductivo. Sería una locura. Algo parecido le sucedió a Akutagawa.
El relato me impresionó. Yo me consideraba propicio para el suicidio. Estaba intoxicado de esta anécdota y de la misma manera que cualquier japonés es propenso de llegar al Satori, cabalgando sobre la espiral de un Koan. No estaba en lo cierto. Yo no era ningún suicida y Akutagawa que era japonés estaba chalado y bien chalado. Sus relatos me habían emocionado por su fluidez mental más que por sus anécdotas narrativas.
Me puse a pensar en espirales en aquel idiotizado mayo parisino. Me dolía que Akutagawa no hiciera lo mismo ante sus engranajes. Me dolía que una persona tan sutil para comprender los recorridos de la memoria se olvidase de las espirales. Me puse a dibujarlas para ofrecérselos como homenaje a su memoria. Cuentan de un árbol que reciclaron a celulosa y todo lo que quedó de él fue un libro de lectura pedante y hojas secas entre sus páginas. Lo mismo deseo de mis dibujos. Sean como hojas secas que se pierden entre los engranajes de mi estimado Ryunosuke Akutagawa…”
Esses parágrafos evidenciam a coerência de Moisès Villèlia em capturar seus sentimentos e fornecem a chave para a compreensão das imagens; as ilustrações realçam a espiral como motivo artístico, embora, ao mesmo tempo, reproduzam padrões retilíneos como labirintos unilaterais, ambos combinados com círculos, sobreposições de formas, de cores e de recortes ou incisões. É uma abstração rica e sugestiva, em que os motivos se destacam contra o branco do papel, convivendo com fundos de aguarela evanescente.
Primorosa edição realizada nas oficinas de Tristan Barbarà, assente sobre papel ‘Velin Arches’, constituída por 44 águas-forte de Moisès Villèlia.
EXEMPLAR DA TIRAGEM LIMITADA A APENAS 36 EXEMPLARES NUMERADOS E ASSINADOS PELO AUTOR.
Capas da brochura estampadas em ambas as faces. Estojo-encadernação em contraplacado marítimo, de cuidada execução, com dobradiça e fecho em metal.